La inflación te mató revolución

2015 ha sido un año terrible para la economía venezolana, como en ocasiones anteriores, con consecuencias inevitables en las elecciones inmediatas. Así sucedió en los dos últimos procesos electorales del siglo pasado. Caldera con su chiripero y Chávez con su proyecto bolivariano triunfaron debido al descontento con lo que había, sobre todo porque a la gente el dinero ya no alcanzaba para adquirir la misma cantidad de bienes o servicios. Ese es el principal detonante para el cambio que sucederá el 6D.


Lo que resulta más interesante para el análisis tiene que ver con lo que viene después de diciembre. Con un gobierno que no tomó decisiones importantes para cambiar la tendencia inflacionaria y de devaluación sino que se dedicó a generar una mayor cantidad de controles e incorporar elementos distractivos, el escenario difícilmente pueda cambiar.
De mantenerse los precios del petróleo en los niveles actuales y no tomar medidas para disminuir la inflación, las consecuencias serían aún peores. En cualquier caso, a partir de un acuerdo nacional, se debe trabajar en el fortalecimiento del aparato productivo, apoyo a la gran empresa, a las PYMEs. Igualmente, se deben impulsar esfuerzos en la promoción de la cultura emprendedora, en el incentivo y la democratización de la creación de empresas. Solo así se podría hablar con propiedad de soberanía nacional.
Las medidas necesarias pueden tener un costo político muy  alto para el actual gobierno, lo que evidencia una encrucijada que puede representar su final. El socialismo venezolano del siglo 21 se basó en el mayor ingreso petrolero que ha tenido el país y no se encargó de incentivar ni de diversificar la producción nacional. ¿Lección aprendida o seguiremos en las mismas?
Juan Ernesto Giménez Á.

@JuanErnesto008

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