Parafraseando a Juan E Giménez sobre Emprendedorismo y la política. Por Lubo Castañeda

Durante las vacaciones decembrinas recibí análisis de mi artículo Emprendedores y política en Venezuela por parte del especilista y amigo de los emprendedores Lubo Castañeda (@lucasparr). Agradezco mucho a mi pana Lubo y comparto el texto con ustedes:

Reconozco en Juan Ernesto a un joven profesional muy curtido en el conocimiento y la práctica emprendedora. Esta es la razón que me estimula a realizar un parafraseo de su artículo y así, tratar de aclararnos algunos criterios y conceptos sobre un asunto que es principalísimo a la hora de pensar en soluciones para la sociedad actual y futura.  




Cuando J. Schumpeter descubre la fuerza emprendedora del hombre como una variable fundamental del desarrollo económico, convierte a la Economía en una Ciencia Social por excelencia y trasciende hasta establecer algunos postulados sobre Desarrollo Económico que lo convierten prácticamente en su creador. Las “fuerzas inmateriales” , como él les decía dependen de las ratios de cambio de la tecnología y las ratios de cambio del ambiente sociocultural y esto es lo que conocemos como EMPRENDEDORISMO. Es una fuerza que se origina en la mente de la gente, es decir, su capacidad para pensar, crear, observar, crear y luego analizar, diseñar, construir y transformar. Todas capacidades desarrollables y aprendibles, de manera que el sistema educativo es fundamental para su potenciación. Pero hay otra dimensión que constituye a la fuerza emprendedora y es la que se origina en el alma humana: la capacidad para emocionarse, apasionarse y sentir que lo que se está realizando es lo que deseamos y amamos hacer…acá el sistema social, con la familia como base es fundamental. Y como no se puede descifrar con fórmulas matemáticas, por ahora, se acude a otros elementos conceptuales, como son la inteligencia emocional , los modelos e informática sociales, entre otros. De manera que coincido con JEG, cuando afirma sobre “la necesidad de  fortalecer el ecosistema emprendedor (instituciones de apoyo al emprendedor), formar, educar al venezolano para aprovechar su potencial creativo, para que colabore de manera activa en la generación de soluciones a través de la creación de empresas y el desarrollo de proyectos sociales”. Pero su párrafo inicial es concluyente en lo que  respecta a lo que piensa la sociedad y lo que hacen sus políticos: “La conciencia sobre la importancia de promover la producción nacional tiene cada vez más presencia en Venezuela, sobre todo en momentos de crisis económica. En los discursos políticos es mucho lo que se dice sobre la necesidad de incrementar la producción nacional, de diversificarla, pero poco lo que se hace. Son pocos los avances que se logran en la generación de condiciones e incentivos para realizar proyectos empresariales y sociales en nuestro país.”  

Entonces, dichas las coincidencias y puestas de manifiesto con una base teórica válida como lo es la Teoría de Desarrollo Económico, pasamos a aclarar algunos asuntos en los cuales podemos abordar desde la diferencia de criterios, hasta la contraposición conceptual, el tema del emprendimiento y la política. 

Empezaremos por la comparación con otros países de Latinoamérica, las actividades de emprendedorismo en los países del continente está ligado al quehacer político, así la realidad es que en la mayoría de estos países existen Políticas Públicas para favorecer al movimiento emprendedor y está muy conectado con las empresas privadas multinacionales y las instituciones de investigación de innovación y universitarias privadas y públicas. Tanto Brasil, como Argentina , Chile y ahora Perú, Uruguay, Colombia han dedicado esfuerzos del Estado para promover, apoyar y desarrollar sus economías mediante el Emprendedorismo social y/o económico. De hecho un índice mundial interesante, como es el que presenta GEM en sus últimos reportes le da a estos países indicadores TAE entre 20 y 30%. No obstante, soy de los que cree que los indicadores GEM están muy sesgados por las teorías clásicas de los negocios y la economía y no dan mejores explicaciones de lo que se ha hecho en estos países por la Cultura Emprendedora. Que no es un asunto de los políticos solamente, ni siquiera principalmente; es el sector educativo quien debe tomar la vanguardia en este asunto: las
Universidades deben pensar, ejecutar y promover un Plan trabajo para generar Cultura Emprendedora, arrancando desde su propia génesis. El Consultor internacional J. Martínez A. de Catenaria-Gestión Tecnológica e Innovación afirma: “Si consideramos que innovar y  emprender van a ser habilidades fundamentales para los profesionales del futuro, entonces tenemos que preocuparnos de que todo nuestro sistema educativo lo refleje con la misma intensidad con que lo vociferan los políticos y los líderes empresariales. El curriculum educativo actual sigue entrenando personas para obedecer, pendientes de aprobar exámenes y no equivocarse, sumisos al sistema.

Necesitamos jóvenes capaces de tomar decisiones, de inventar nuevas o distintas formas de hacer las cosas. Si tengo un profesor que me ordena lo que debo hacer, entonces cuando llego a una empresa espero que haya un jefe que me diga qué debo hacer”…como verán no basta con que los políticos y los empresarios lo VOCIFEREN, debe haber un compromiso, basado en lo que sentimos y son las comunidades universitarias(formadores de profesionales, no del futuro, sino del presente), quienes deben tomar la batuta. Claro está que los empresarios también juegan un papel preponderante y seguramente ya lo están jugando al tomar riesgos en Mercados muy competitivos , donde la creatividad, la innovación y el espíritu emprendedor son fundamentales para la sostenibilidad. En Venezuela ya existen ejemplos, poquísimos, pero los hay. 

A contraposición de lo que plantea JEG sobre los costos: “Además de lo costoso que puede ser  un programa completo de desarrollo de emprendedores, los resultados no podrían percibirse de manera inmediata, el proceso de maduración y consolidación de una iniciativa empresarial o social puede tardar años”,  creo que el costo y financiamiento de planes para fomentar la Cultura Emprendedora, se pueden medir con respecto a la transformación de la sociedad. Es allí donde difiero con la GEM y con algunos Consultores y conocedores del mundo  empresarial. No hay inversión más productiva que la que se haga para transformar a la sociedad y los Programas de Desarrollo de Emprendedores, son los más eficientes y eficaces. Rápidamente involucran a inversionistas públicos y privados. Su prospección y promoción mercadotécnica es muy barata, sobre todo los Emprendimientos puramente sociales. Y los económicos, son más fáciles de ir escalándolos hasta lograr rentabilidades industriales sostenibles. De hecho, el “Crowdfunding” ha potenciado muchísimo la Cultura emprendedora en países de mercado de capitales abiertos porque “democratizó” realmente el mercado “accionario”, hablando metafóricamente.    

Para finalizar este parafraseo con JEG, vamos a estar de acuerdo con él cuando afirma: “ … la responsabilidad la tiene la sociedad venezolana, paternalista, esperando que el estado, a través del gobierno de turno, solucione todos los problemas. Entonces la tarea implica la necesidad de fortalecer el ecosistema emprendedor (instituciones de apoyo al emprendedor), formar, educar al venezolano para aprovechar su potencial creativo, para que colabore de manera activa en la generación de soluciones a través de la creación de empresas y el desarrollo de proyectos sociales. 

Se trata de un círculo virtuoso que se debe generar desde la sociedad civil, las comunidades, los artidos políticos, las instituciones educativas. El fomento de emprendedores y el desarrollo empresarial tienen que estar en la agenda de Venezuela, en su sistema educativo, en todos los niveles, en los medios de comunicación, en el plan de la nación. Se trata de una tarea pendiente, obligatoria para diversificar la producción, disminuir la dependencia de los precios del petróleo y generar, de manera sostenible, calidad de vida para los venezolanos.”…

En Lara actualmente existe un Ecosistema vivo que puede coadyuvar muchísimo a impulsar la Cultura Emprendedora y donde están involucrados todos los actores: comunidad universitaria, empresarios, poderes públicos y los ciudadanos, de manera que sería un desperdicio muy grande sino aprovechamos este momento. Por favor, apoyemos la Ley de Cultura Emprendedora que está en la Asamblea Legislativa de Lara. 


Lubo Castañeda 
@lucasparr
Diciembre 2015