La conciencia sobre la
importancia de promover la producción nacional tiene cada vez más presencia en
Venezuela, sobre todo en momentos de crisis económica. En los discursos
políticos es mucho lo que se dice sobre la necesidad de incrementar la
producción nacional, de diversificarla, pero poco lo que se hace. Son pocos los
avances que se logran en la generación de condiciones e incentivos para realizar
proyectos empresariales y sociales en nuestro país.
Mientras en la mayoría de los
países del continente la promoción de emprendedores y el desarrollo empresarial
representan estrategias de estado, alejadas de las diatribas políticas, en
Venezuela el tema forma parte de la discusión entre bandos partidistas y no
forma parte de las prioridades de la mayoría de los gobernantes. Esto puede
tener varias causas: ignorancia sobre la importancia del tema, alto costo
financiero y/o complejidad en la consecución de resultados, lo que se puede
traducir en pocos dividendos políticos.
Políticas serias de desarrollo de
emprendedores implican esfuerzos especiales, cuyos frutos se ven en el mediano
o largo plazo. La organización operativa, los diseños instruccionales,
traslados, materiales, honorarios de facilitadores, acompañantes, asistentes, además
de los montos a asignar mediante créditos, implican grandes erogaciones de
dinero, en caso de que se trate de programas completos para emprendedores, dirigidos
a todos los venezolanos.
Además de lo costoso que puede
ser un programa completo de desarrollo
de emprendedores, los resultados no podrían percibirse de manera inmediata, el
proceso de maduración y consolidación de una iniciativa empresarial o social
puede tardar años. Esto no es atractivo para los dirigentes políticos, ellos
orientan sus acciones a atender necesidades sentidas de la gente, a lo que les
genere popularidad de manera rápida, posibilidades de mantenerse en el poder.
Parte de la responsabilidad la
tiene la sociedad venezolana, paternalista, esperando que el estado, a través
del gobierno de turno, solucione todos los problemas. Entonces la tarea implica
la necesidad de fortalecer el ecosistema emprendedor (instituciones de apoyo al
emprendedor), formar, educar al venezolano para aprovechar su potencial
creativo, para que colabore de manera activa en la generación de soluciones a
través de la creación de empresas y el desarrollo de proyectos sociales.
Se trata de un círculo virtuoso que
se debe generar desde la sociedad civil, las comunidades, los partidos
políticos, las instituciones educativas. El fomento de emprendedores y el
desarrollo empresarial tienen que estar en la agenda de Venezuela, en su
sistema educativo, en todos los niveles, en los medios de comunicación, en el
plan de la nación. Se trata de una tarea pendiente, obligatoria para
diversificar la producción, disminuir la dependencia de los precios del
petróleo y generar, de manera sostenible, calidad de vida para los venezolanos.
Juan Ernesto
Giménez Á.
@JuanErnesto008